Igualmente en los dos casos anteriores la dificultad fue muy superior a lo habitual. Se recogió toda la grava, se colocó una lámina geo textil blanca, sobre ésta se colocó chapa grecada de acero lacada en blanco, sobre la que a su vez se atornillaron los largueros de aluminio.
Una vez colocados se volvió a repartir la capa de grava, habiéndose realizado cálculos sobre el espesor necesario para resistencia a vientos. Y se procedió a instalar y cablear los módulos.
Respecto del montaje cabe mencionar que inicialmente se diseñó con estructuras levantadas 15º, para evitar que pudieran verse desde cualquier perspectiva de la calle, siendo un diseño óptimo. Sin embargo, este tuvo que ser sustituido por condicionante del Ayuntamiento a un montaje totalmente plano.

Ello nos llevó a montar el mayor número de módulos fuera de sombras posible, para aumentando la potencia pico compensar el ángulo desfavorable.
Ésta cuestión además provoca ensuciamiento con el rocío de la mañana. Sin embargo la monitorización a tiempo real y el cálculo de PR de sendos inversores, y la reprogramación de éstos está demostrando un funcionamiento más que correcto.